El Movimiento Nacional Sindicalista de Chile nace el año 1949 fundado por jóvenes chilenos entre los que destacan Ramón Callís Arrigorriaga, Delfín Alcaide Wetson y el sacerdote y filósofo Osvaldo Lira Pérez (sscc).

Nace como una expresión del catolicismo político que plantea un orden social, político y económico fundamentado en el accionar de los cuerpos sociales como estructuras naturales de la actividad humana por sobre el artificio de los partidos políticos y del poder fáctico de las oligarquías económicas.

Con el andar del tiempo perdería su carácter casi confesional e incorporaría el concepto de la diversidad positiva en beneficio de la nación como un todo fenomenológico.

El año 1952 se le agrega la "R" de revolucionario y pasará así a ser conocido como el "M.R.N.S." es decir: Movimiento Revolucionario Nacional Sindicalista. Se confirma así, una vez más, que el nacionalismo chileno ha ido siempre a la vanguardia de las propuestas de cambios e innovaciones en la vida de la nación chilena y en donde el M.R.N.S. se ha transformado en el referente histórico, doctrinario y político del mismo por cuanto, si bien se enraíza en el nacional sindicalismo español surgido los años 30, también desarrolla análisis propios de acorde con la realidad chilena y lo llevan a "PENSAR A CHILE COMO NACIÓN CON DESTINO PROPIO" superando con creces el esmirriado concepto de proyecto país que sostiene actualmente la dualidad Liberal-Socialista que nos gobierna a través del


juego de componendas de la Concertación por la Democracia y la derechista oposición UDI - RN que no han hecho otra cosa que entregar las riquezas naturales y el trabajo de los chilenos a las transnacionales y a la oligarquía chilena que, juntas, han explotado y usufructuado de nuestra nación con el beneplácito de una clase política corrupta y entreguista.

El nacional sindicalismo chileno ha recorrido un largo y duro camino, sus militantes han conocido la soledad de la cárcel, las persecuciones políticas, laborales y académicas, ha luchado en las calles y su dureza en el combate ha llevado a sus detractores -de izquierdas y derechas- a tejer una leyenda negra sobre el M.R.N.S. para esconder sus propios métodos y falencias. La derecha política quiso hace cuarenta años nuestra desaparición pero, en un fallo histórico, la Corte Suprema de Justicia confirmó nuestro derecho a existir como movimiento político-doctrinario. La izquierda, por su parte, no ha tenido argumento doctrinario alguno para vencernos y sólo se ha dedicado a mentir.

El Nacional Sindicalismo es "la voluntad de un nuevo Chile, la voluntad de lo que debe ser una nación".

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